02 septiembre 2005

J.R.R. Tolkien



Hoy se cumplen treinta y cinco años de la muerte de J.R.R. Tolkien. Podrían decirse muchas cosas... o ninguna.

Ha cruzado el Portal.
Y nos espera.
Sus sueños lo resguardan,
sus luces lo recuerdan.

Ha llegado al Final.
Y nos reclama.
Su voz nos interpela,
Su sueño nos cobija

Ha encontrado el Hogar.
Y nos invita.
Que su senda nos dirija,
Que su mundo nos proteja.

Todos hemos explorado su maravilloso mundo. Yo lo recorrí decenas de veces. De niño, soñando ser parte de él; de grande, entendiendo que –sin quererlo– soy parte de ese su mundo, que es éste en el que vivimos, aunque visto desde un prisma único.
Este es el canto de los Elfos, que celebran en el camino a Rivendell; la travesía que es un retorno. Patria.

To Rivendell
Farewell we call to hearth and hall!
Though wind may blow and rain may fall,
We must away ere break of day
Far over wood and mountain tall.

To Rivendell, where Elves yet dwell
In glades beneath the misty fell,
Through moor and waste we ride in haste,
And whither then we cannot tell.

With foes ahead, behind us dread,
Beneath the sky shall be our bed
Until at last our toil be passed,
Our journey done, our errand sped.

We must away! We must away!
We ride before the break of day!