Patrono de los poetas
Hoy es San Juan de la Cruz, patrono de los poetas. Se puede ver aquí una brevísima biografía y aquí una cronología de su vida.
Y como este blog anda en el “negocio” de la poesía, no puedo menos que recordarlo.
Y como este blog está pensado para quien gusta de la poesía y, por tanto, para quien es poeta (aunque mas no sea en potencia), nada mejor que recordarlo con su poesía.
Y en especial, con esta “Glosa a lo divino”, que bien podría llamarse “Advertencia para poetas”.
Y como este blog anda en el “negocio” de la poesía, no puedo menos que recordarlo.
Y como este blog está pensado para quien gusta de la poesía y, por tanto, para quien es poeta (aunque mas no sea en potencia), nada mejor que recordarlo con su poesía.
Y en especial, con esta “Glosa a lo divino”, que bien podría llamarse “Advertencia para poetas”.
Por toda la hermosura
nunca yo me perderé,
sino por un no sé qué
que se alcanza por ventura.
Sabor de bien que es finito,
lo más que puede llegar
es cansar el apetito
y estragar el paladar;
y así, por toda dulzura
nunca yo me perderé,
sino por un no sé qué
que se halla por ventura.
El corazón generoso
nunca cura de parar
donde se puede pasar,
sino en más dificultoso;
nada le causa hartura,
y sube tanto su fe,
que gusta de un no sé qué
que se halla por ventura.
El que de amor adolece,
del divino ser tocado,
tiene el gusto tan trocado
que a los gustos desfallece;
como el que con calentura
fastidia el manjar que ve,
y apetece un no sé qué
que se halla por ventura.
No os maravilléis de aquesto
que el gusto se quede tal,
porque es la causa del mal
ajena de todo el resto;
y así toda criatura
enajenada se ve
y gusta de un no sé qué
que se halla por ventura.
Que estando la voluntad
de Divinidad tocada,
no puede quedar pagada
sino con Divinidad;
mas, por ser tal su hermosura
que sólo se ve por fe,
gústala en un no sé qué
que se halla por ventura.
Pues, de tal enamorado,
decidme si habréis dolor,
pues que no tiene sabor
entre todo lo criado;
solo, sin forma y figura,
sin hallar arrimo y pie,
gustando allá un no sé qué
que se halla por ventura.
No penséis que el interior,
que es de mucha más valía,
halla gozo y alegría
en lo que acá da sabor;
mas sobre toda hermosura,
y lo que es y será y fue,
gusta de allá un no sé qué
que se halla por ventura.
Más emplea su cuidado,
quien se quiere aventajar.
en lo que está por ganar
que en lo que tiene ganado;
y así, para más altura,
yo siempre me inclinaré
sobre todo a un no sé qué
que se halla por ventura.
Por lo que por el sentido
puede acá comprehenderse
y todo lo que entenderse,
aunque sea muy subido,
ni por gracia y hermosura
yo nunca me perderé,
sino por un no sé qué
que se halla por ventura.
Porque éste es el peligro, el gran riesgo de la búsqueda de la Verdad por la belleza, a través de la belleza: el instrumento es tentador, irresistiblemente apetecible: es un medio con “vocación de fin”.
La poesía es (¡ya lo dije tantas veces!) quizás la manera propicia para esta más cerca de la Belleza.
Y esto, que es su gran virtud, es también su perdición.
La poesía es (¡ya lo dije tantas veces!) quizás la manera propicia para esta más cerca de la Belleza.
Y esto, que es su gran virtud, es también su perdición.
Porque si bien es el medio más adecuado para ese fin, este medio es por esencia insuficiente. La única manera de asir esa Belleza es “por un no se qué que se halla por ventura”; es decir, es algo que se le da al hombre gratuitamente, graciosamente. Nada puede hacer para alcanzarlo.
Salvo rezar y ponerse “en posición” de recibir la percepción de la Belleza.
Y para ello: poesía.
Salvo rezar y ponerse “en posición” de recibir la percepción de la Belleza.
Y para ello: poesía.