11 julio 2006

Y sigo

Todo lo perdí una tarde al borde de la poesía...
Todo lo perdí una tarde al borde de la poesía:
mi espada de duro roble, mi escudo de roble duro,
mi corazón colorado y esa triste fantasía
que tuve para el amor cuando el amor era oscuro.

Ninguna sonrisa amena quiso acercarse a mi frente,
ningún amigo de veras quiso prestarme su abrigo.
Todo lo perdí una tarde: ni el roble me fue prudente,
ni exagerado el amor, ni verdadero el amigo.

Enrique Morón

Aunque lo que he perdido yo, es la poesía.
Habría que ver, habría que pensar qué quiere decir, que significa mantener Cuaderna.
Es que hay tiempos y tiempos. Y obligaciones y obligaciones.
No es fácil mantenerse en tono cuando el tiempo se escurre.

Es que el trabajo es mucho, las ganas pocas, los tiempos cortos, las caras largas, el cansancio grande y la voluntad pequeña.

Y Cuaderna sigue acá (cada tanto entro, nos miramos: mudo reproche, ella impasible en su desdén).

¿Alguien tiene una perseverancia?. La mía se está desangrando, agoniza.

Pero sigo...