03 marzo 2006

Visitante ilustre

¿Se acuerdan de esta entrada?.
Pues bien, esta mañana me encuentro, grata sorpresa, con un correo del mismísimo Don Ramón. Agradece la cita y me invita a visitar su página.
Y lo hice.
Me llevo de ellas muchas cosas gratas, y un poco de nostalgia.
Es que se ha perdido esa habilidad de hacer versos simples, sencillos pero con contenido.
Ya sé. Es cierto.
Los Grandes Poetas contemporáneos son grandes y poetas. Lo simple no es todo, bla, bla, bla.
Pero permítanme un poco de nostalgia.
Quedan pocos Don Ramón. Y son extraños. Se los ve como extraños, ajenos: extranjeros en este mundo “literario" de hoy.
Será por eso que los extraño.
Y será por eso que Don Ramón escribe esto:
Que yo hablo solo
¿Qué yo hablo solo?
No me digan eso.
Es que soy poeta
Yo vivo buscando
Que rimen mis versos.

¿Qué yo hablo solo?
Es que soy un viejo
Y los que escuchaban
Se me han ido lejos
Y los que vinieron
A ocupar sus puestos
Casi ni me hablan,
Hasta me tropiezan,
Andan apurados
Con todas sus cosas
Y yo de tan lerdo,
Siento que molesto.

Que yo hablo solo,
No me digan eso,
Yo nunca hablo solo.
Hablo con mis viejos,
Con todos los míos,
Con tantos amigos
Que ya se me han ido.

Y ellos me escuchan.

Porque ellos no corren,
Porque ellos me esperan,
Porque están conmigo
Aunque no los vean.

Que yo hablo solo
Será...
Será porque rezo,
Debe ser por eso,
Será porque rezo,
Y al mover los labios
Pensarán que hablo,
Debe ser por eso
Será por mis rezos
Y que soy poeta,
Yo vivo buscando
que rimen mis versos.
Don Ramón de Almagro