05 mayo 2005

“...Vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en gozo.” (Jn 16,20)

"El Salvador dice a los discípulos que el se va por un tiempo, que ellos se entristecerán y que el mundo se alegrará. Pero esto es bueno para ellos. Su apego humano a la persona de Jesús era demasiado grande, él tenía que separarse de ellos para que pudieran recibir interiormente su Espíritu. Así, también, es bueno para nosotros, si se nos quita el consuelo humano, el apoyo por medio de un representante humano, y hasta si ese nos quitan siempre consuelos para que se reciban acciones espirituales más profundas. Podemos entristecernos de la ausencia del Señor y de que el “modicum” se nos haga largo, pero debemos estar seguros de que el no nos deja solos".
Santa Teresa Benedicta de la Cruz, Edith Stein (1891-1942) carmelita descalza, mártir, co-patrona de Europa
Cuadernos de Notas personales, Ejercicios 1937, Obras completas, EE.VV. Burgos 2004, pag. 846-847


La tristeza convirtiéndose en gozo por ausencia de intermediación humana en el consuelo y la presencia ("por medio de un representante humano"). Es la alegría, el gozo que, a su pesar es doloroso, del momento en que nos cortan los puentes con lo humano. Cuando estamos solos, solos ante lo inefable, aunque más no sea para el consuelo, para ser consolados. Sólo Edith Stein (y algunos otros pocos) pueden hablar sobre esto.