24 junio 2005

Esto es de la liturgia de las horas de estos días (no recuerdo cuándo). Es un interesante contrapunto para pensar sobre él: la Roca y la Espada.





Pedro, roca; Pablo, espada.
Pedro, la red en las manos;
Pablo, tajante palabra.

Pedro, llaves; Pablo, andanzas.
Y un trotar por los caminos
con cansancio en las pisadas.

Cristo tras los dos andaba:
a uno lo tumbó en Damasco,
y al otro lo hirió con lágrimas.

Roma se vistió de gracia:
crucificada la roca,
y la espada muerta a espada.