Es el problema de ser enteramente insociable. Me dejo ahogar por la sola perspectiva de ser anfitrión.
Alguna vez alguien me dijo que se notaba que yo venía de familia de criollos: tengo (dijo) esa taciturnidad del pampeano, silenciosa, contemplativa. Pero ellos eran "gente de mano caliente por eso de la amistad", siempre dispuesta a la hospitalidad. Y esa virtud (¡tan útil, tan necesaria!) me falta. Lo peor es que esto lo veo en mis hijos y sufro anticipadamente por ellos.
¿catársis? No, hoy no es día.
Alguna vez alguien me dijo que se notaba que yo venía de familia de criollos: tengo (dijo) esa taciturnidad del pampeano, silenciosa, contemplativa. Pero ellos eran "gente de mano caliente por eso de la amistad", siempre dispuesta a la hospitalidad. Y esa virtud (¡tan útil, tan necesaria!) me falta. Lo peor es que esto lo veo en mis hijos y sufro anticipadamente por ellos.
¿catársis? No, hoy no es día.