08 febrero 2005

Es curioso cómo funciona la mente humana. Hoy cruzó mi vista (y mi memoria) una pequeñísima cicatriz. Sí, una cicatriz.
La susodicha se encuentra ubicada (desde que la conozco) debajo de un labio, justo en la curva que hace la barbilla cuando empieza a nacer.
Por supuesto que no me vió. Las cicatrices no tienen ojos y ésta en particular menos que menos, sólo tiene barbilla.
Brindo por ella.